Título original: Golden son.

Título: Hijo dorado.

Autor: Pierce Brown.

Número de páginas: 640.

Sinopsis

Tras una implacable competición en el Instituto de Marte, Darrow se ha ganado un puesto de honor entre la élite gobernante. Ahora luce la cicatriz curvada de los dorados, los más crueles y brillantes de los humanos. Pero Darrow no es como ellos…

SU FUTURO SE HA CONSTRUIDO SOBRE MENTIRAS, SU PASADO ESTÁ MARCADO POR LA TRAGEDIA. Y NO PERDONA. NO OLVIDA.

Para hacer realidad su objetivo de destruir el sistema desde dentro, Darrow debe convertirse en el mejor de los dorados. El más fuerte. El más inteligente. El más implacable. Solo así devolverá la luz a su pueblo.

Aunque su sombra se torne más oscura a cada paso.

Opinión personal sin spoilers

Segunda novela de esta saga de ciencia ficción de Pierce Brown.

Esta sí es la cosecha que me esperaba tras todas las semillas sembradas en Amanecer Rojo, el primer volumen de la saga. Al fin se descubren todos los entresijos de la sociedad, cómo se estructura en el resto de planetas del sistema solar, las intrigas políticas entre los áureos, los detalles sobre las castas inferiores… También hay una mayor presencia de los Hijos de Ares, facción rebelde presentada muy por encima en el libro anterior… Y, sobre todo, los primeros combates espaciales (sobre los cuales no se profundiza demasiado, pero se plantean varias ideas muy interesantes).

Este es un libro de descubrimiento, tanto interior para el protagonista, como exterior para el lector. Si las repercusiones de cada decisión ya eran duras en el primer libro, en este lo van a ser muchísimo más, ya que no afectan a miles de personas, sino a millones. Diría que el ritmo de esta novela es más rápido que el de la primera (cuyo compás no estaba nada mal) y los giros argumentales son más sorprendentes. No quiero desvelar ningún detalle para no restar emoción a la lectura…

Muy recomendable, la única pega es que te ha tenido que gustar el primero lo suficiente como para llegar hasta aquí.

Valoración: 9/10